Pero en el encierro
florece el cerezo,
tras el cristal con vaho
habita el silencio.
Arrastra el paso
y al cielo las manos,
vuelan siete velos
en cadencia y aleteo.
Explota —me dice.
Yo solo tropiezo
y callo,
y caigo.
Ya sea por accidente o por que me buscabas, agradezco enormemente tu visita y te invito a quedarte en este pequeño rincón.- TM.
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